La protección y prevención en ciberseguridad son aspectos fundamentales para garantizar la seguridad de una empresa ante posibles ataques y brechas de seguridad. A continuación, se presentan dos estrategias clave en este sentido: atención 24/7 y monitoreo en tiempo real de los sistemas informáticos, y análisis forense, formación del personal y auditorías de seguridad.
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Atención 24/7 y monitoreo en tiempo real de los sistemas informáticos
Contar con un servicio de atención 24/7 y un monitoreo en tiempo real de los sistemas informáticos brinda una rápida detección y reacción ante posibles ataques. Esto implica tener personal especializado disponible en todo momento para vigilar y analizar las actividades anómalas en la red y en los sistemas de la empresa.
El monitoreo constante permite identificar patrones de comportamiento y señales de alerta que puedan indicar una intrusión o actividad maliciosa. Así, se pueden tomar acciones rápidas para minimizar los riesgos y evitar daños mayores.
Además, este servicio de atención 24/7 puede incluir a expertos en ciberseguridad que estén capacitados para responder de manera adecuada y eficiente ante incidentes de seguridad, llevando a cabo acciones preventivas y correctivas necesarias para asegurar la integridad de los sistemas y datos de la empresa.
Análisis forense, formación del personal y auditorías de seguridad
El análisis forense, la formación del personal y las auditorías de seguridad son elementos vitales en la estrategia de protección y prevención en ciberseguridad de una empresa.
El análisis forense consiste en la investigación y recopilación de evidencias digitales para determinar la causa y el alcance de un incidente de seguridad. Este proceso ayuda a comprender cómo ocurrió el incidente y qué medidas deben tomarse para evitar que vuelva a ocurrir en el futuro.
Por otro lado, la formación del personal es esencial para que todos los empleados cuenten con los conocimientos necesarios sobre buenas prácticas de seguridad informática. Esto incluye educar a los empleados sobre cómo reconocer y evitar posibles amenazas, así como brindarles pautas claras sobre el uso seguro de los recursos tecnológicos de la empresa.
Asimismo, las auditorías de seguridad permiten evaluar y revisar regularmente los sistemas y las políticas de seguridad de la empresa. Estas auditorías identifican posibles vulnerabilidades, deficiencias o debilidades en la infraestructura de seguridad y permiten implementar medidas correctivas para fortalecer la protección de los sistemas.
Normas y estándares en la gestión de la ciberseguridad
La gestión eficiente de la ciberseguridad en una empresa requiere cumplir con normas y estándares reconocidos a nivel internacional. Estas son algunas de las principales normas y estándares utilizados en la industria:
- ISO 27001: Estándar que establece los requisitos para implementar un sistema de gestión de seguridad de la información. Permite a las organizaciones evaluar y gestionar los riesgos relacionados con la seguridad de la información.
- ISO 28000: Norma que se aplica específicamente a la gestión de la seguridad de la cadena de suministro. Proporciona una estructura para identificar y controlar los riesgos relacionados con la seguridad en el transporte y almacenamiento de bienes.
- PCI-DSS: Estándar de seguridad para la industria de pagos con tarjeta. Establece los requisitos para proteger la información confidencial y garantizar la seguridad de las transacciones con tarjetas de crédito y débito.
- ISO 31000: Guía internacional para la gestión de riesgos. Proporciona un marco de trabajo para la identificación, evaluación y tratamiento de los riesgos, incluidos los riesgos relacionados con la ciberseguridad.
- ISO 22301: Norma que establece los requisitos para establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión de la continuidad del negocio. Ayuda a las organizaciones a prepararse y recuperarse de incidentes, incluidos los ciberataques.
- ISO 27031: Estándar que se enfoca en la gestión de la seguridad de la información en el contexto de la continuidad operativa. Proporciona pautas para mapear actividades de seguridad de la información con procesos y prácticas de continuidad del negocio.
- ISO 37301: Norma que establece los requisitos para establecer, implementar y mantener programas de cumplimiento, incluyendo en materia de ciberseguridad. Ayuda a las organizaciones a gestionar y demostrar el cumplimiento de las regulaciones y estándares aplicables.
- ISO 37001: Estándar que establece los requisitos para implementar un sistema de gestión antisoborno. Aunque no está específicamente enfocado en ciberseguridad, es relevante en el contexto de la protección de los activos digitales y la prevención de ciberdelitos.
- UNE 19601: Norma española que establece los requisitos para implementar un sistema de gestión de compliance penal. Ayuda a las organizaciones a prevenir y detectar delitos relacionados con la ciberseguridad, así como a gestionar y mitigar los riesgos asociados.
- RGPD (Reglamento General de Protección de Datos): Normativa europea que establece las reglas para la protección y el procesamiento de datos personales. Los requisitos de ciberseguridad son esenciales para cumplir con el RGPD y garantizar la privacidad y la seguridad de la información de los clientes.
Rol del personal técnico y del CISO en la gestión de la ciberseguridad
El personal técnico desempeña un papel fundamental en la gestión de la ciberseguridad en una empresa. Su responsabilidad principal es ejecutar acciones para detectar, prevenir, evaluar y mitigar los riesgos relacionados con la seguridad informática. Este equipo de profesionales altamente capacitados cuenta con conocimientos especializados en diversos aspectos de la ciberseguridad y trabaja en estrecha colaboración con otros departamentos de la empresa para garantizar la protección adecuada de los sistemas y datos.
El Chief Information Security Officer (CISO), o Director de Seguridad de la Información, es un rol clave en la gestión de la ciberseguridad. Esta figura se encarga de proponer políticas de seguridad, investigar ciberdelitos y diseñar estrategias defensivas para proteger los activos digitales de la empresa. El CISO también es responsable de supervisar y monitorear los sistemas de seguridad en busca de posibles vulnerabilidades o amenazas, y tomar acciones correctivas cuando sea necesario.
El personal técnico y el CISO trabajan de manera conjunta para establecer un enfoque integral en la gestión de la ciberseguridad. Colaboran estrechamente en la implementación de medidas de seguridad, desarrollo de políticas y procedimientos, y en la formación y concienciación del personal en materia de ciberseguridad.
Además, el CISO es el encargado de comunicarse con la alta dirección de la empresa, informando sobre el estado de la ciberseguridad y presentando recomendaciones para mejorarla. También es el responsable de mantenerse actualizado sobre las últimas tendencias y avances en el ámbito de la ciberseguridad, para poder anticipar y responder de manera efectiva a posibles amenazas o vulnerabilidades.